lunes, 30 de marzo de 2009

cuando te miras ...

cuando la noche levanta su velo y sus orificios hechos por el tiempo dejan filtrar pedacitos de colores, movimiento infinito, mis ojos abren la posibilidad de alcanzar el máximo grado de belleza. qué es la belleza, qué es la vida, qué es uno, sino vida y belleza incrustados en el fractal vivo, sujeto caótico de incontables aristas, a tí fractal vivo me dirijo. mostrad cuán bello logras desarrollar vuestro potencial: combineís, permuteís todo el tiempo, adquiere experiencia y belleza. construye tu obra, levanta edificación orgánica y crea vida virtuosa; abstente si vuestro corazón rechaza la idea utópica de Paz y Respeto mutuo.

cuando los colores se opacan ante el resplandor del Impredecible, los pelos de mi cabeza se levantan orgullosos, presurosos por captar calor energético rico y natural; mis ojos entonces bailan con el viento que juega incanzable con todos los árboles del vecindario, brilla la alegría del niño ante la posibilidad de extender más que antes su experiencia y ejercitar su memoria.

cuando los colores son menos brillosos, mi cuerpo se dispone a presenciar algo que siempre es cautivador y jamás se repite, siempre único e igualmente significativo, la creación se dispone estructuralmente a cumplir su inminente condición cíclica: relajarse para poder acumular energía suficiente para jugar con vitalidad entera al día siguiente.

contemplad siempre todo atardecer,
caminad siempre con vuesto entorno,
cuidad bien vuestros recursos
y descansa, mañana siempre es bueno carcajear un rato

domingo, 29 de marzo de 2009

introducción

Estimados lectores, tengan la bondad de exprimir sus prejucios fuera de su mente y levantadse ante la verdad del pensamiento libre y desarrollista, construccionista, bondadoso, justo como Jesús debió hacerlo para comunicarse con su Padre.  Admiren al niño, imitadle y se aproximarán con zancadas al fruto de la felicidad.

Sean exhortados a buscad buestra felicidad, bienvenidos epicureistas, post-hedonistas y hippies. vuestra voluntad junto con excelencia y disciplina verán los muros derribarse a sí mismos, dejando así impedimento ninguno entre vosotros y su Propia felicidad.

amor